domingo, 27 de marzo de 2016

SOMOS UNO, EL RE-NACER

Tal y como las culturas basadas en la concepción energética nos explican, el ser humano es algo más que un cuerpo físico. No somos solo un número de células diferenciadas formando un sistema maravilloso de vida, del cual quedan muchas cosas por descubrir todavía.
 
El ser humano ha experimentado a lo largo de su historia los procesos energéticos que rigen la vida y la evolución, y está perfectamente descrito en las antiguas y milenarias culturas de las diferentes partes del planeta. Incluso la cultura cristiana tiene a sus místicos despiertos, pero no se preocupen por entenderlo, la Iglesia no nos va a explicar nada sobre estos procesos a los pobres mundanos.
 
En el despertar entra en juego algo muy importante y es una unión o INTEGRIDAD del ser. La autenticidad en tu vida, la responsabilidad de tus decisiones en relación a esa autenticidad, y el enriquecimiento a través de la respiración pránica, conforman esa integridad. La integridad se refiere a eso que desde el Zen se explica como: CONCIENCIA DE TU VIDA, es decir, que lo que haces, piensas y dices, tengan la misma coherencia. Este estado se acompaña de la meditación de mente en blanco que permite activar la respiración pránica,  a través de esta meditación te conviertes en nada y entonces eres un todo con la consciencia divina.
 
Cuando vives una vida auténtica, tus decisiones son inteligentes y se acompañan del poder de la manifestación inmediata. Cuando llegas a poder manejar los pensamientos y hacerlos desaparecer, la respiración se vuelve pránica y completa, entonces se despierta la consciencia divina que ilumina nuestras vidas. Cuando la mente se para, cuando podemos tener meditaciones sin pensamiento, entonces nos llenamos de puro prana, nos sentimos más ligeros, más joviales, con más energía, recuperamos la salud.
 
Imagina una escalera en la oscuridad que se dirige hacía arriba a un lugar que destella de luz y que quieres alcanzar. Entonces te ves caminando  subiendo sus escalones, caminas y caminas y nunca llegas a ese lugar, porque los peldaños de la escalera tienen un movimiento inverso a tus pasos. Eso es lo que hacen los pensamientos, lo que hace la falta de autenticidad, de responsabilidad y de enriquecimiento, es así como nos mantenernos dormidos, varados en el mismo lugar paso tras paso, aunque lo intentemos no avanzamos.
 
Con la VIDA INTEGRA se despierta una fuerza escondida en el ser humano, la llamada kundalini, una ciencia poderosa que hace al hombre y a la mujer divinos. Una vida dedicada a ese "enriquecimiento" o respiración pránica para uno mismo y para los demás, despierta esa fuerza de manera inmediata. El despertar de la kundalini es el despertar de la vida espiritual.
 
A través de la kundallini la sexualidad y la espiritualidad se hacen uno, lo de arriba y lo de abajo se unen en uno. Cuando todos los chacras se hacen uno somos uno con la consciencia divina, y nacemos como seres creadores.
 
Este es le verdadero RE- nacer del cual nos hablan todas las antiguas escrituras del planeta que nada tiene que ver con las religiones y sí con la evolución natural del ser humano.
 
Quien quiera nacer a la vida eterna tiene que hacer como el Cristo, hacerse UNO.