JARABE RÁPIDO PARA LOS RESFRÍOS Y GRIPES
La cebolla (allium cepa) tiene propiedades antisépticas, antibióticas,
analgésicas, antiinflamatorias, desintoxicantes i expectorantes (sobre todo las
picantes). Sus potentes efectos se deben a los compuestos azufrados que se
activan al cortarlas.
El poder antibiótico se halla en esas substancias volátiles
que nos irritan los ojos, por ello la cebolla hervida ya no tendrá estos
efectos. Si queremos este efecto terapéutico tendremos que mantenerla cruda.
Podemos preparar un sencillo i rápido jarabe que nos
aliviará de manera natural los síntomas de la gripe o el resfriado i ayudará a
fluidificar las mucosidades. Al mismo tiempo nos aportara muchas otras
substancias fitoactivas, además de minerales i vitaminas extra.
Necesitamos un tarro donde nos quepa una cebolla cortada
finamente, añadiremos también jengibre rallado o cortado finamente, podemos
añadir un poco de tomillo i zumo de limón, cuando lo tengamos todo metido en el
tarro añadimos miel de buena calidad. Los ingredientes comenzaran a macerarse rápidamente
i en pocos minutos veremos cómo se empieza a formar un jugo. Este jugo lo
iremos tomando a sorbitos durante todo el día.
El jengibre estimulará la inmunidad, el limón nos
aportará un buen antioxidante: la vitamina C, i el tomillo reforzará el sistema
respiratorio. La miel hará más agradable el jarabe para los niños i ayuda a la
maceración de la cebolla, el tomillo i el jengibre.
Si estamos en un proceso de catarro o gripe será bueno
calentar e hidratar el cuerpo con líquidos salados, como la sopa de miso, o la
sopa silvestre (ver entradas anteriores) que se puede hacer con las hierbas
secas. Debemos evitar los productos refinados y los azúcares, tomar con los
caldos cereales que calienten y no den demasiado trabajo al sistema nervioso,
que sean de lenta absorción, y ayuden a desinflamar i descongestionar como por
ejemplo el arroz integral o la avena.
Para finalizar nos gustaría añadir una información
importante en referencia a la acción anticancerosa de los compuestos azufrados.
Estos compuestos presentes en el ajo y la cebolla tienen la propiedad de
prevenir ciertos tipos de cáncer, en especial
el de estómago y esófago, aunque también se han observado efectos en el
cáncer de pulmón, mama y colon. Las substancias fitoactivas contenidas en el
ajo i la cebolla inhiben los carcinógenos y ayudan a su eliminación. Por lo
tanto si consumimos alimentos ricos en estos compuestos azufrados ayudamos a
mantener limpio el organismo y nuestras células están menos expuestas a los
carcinógenos que pueden mutar su ADN.