lunes, 2 de julio de 2018

REFRESCOS DE VERANO NATURALES!!



Una manera de refrescarse en verano de manera muy agradable, auténtica y natural!!


En verano es fácil caer en la tentación de un refresco con hielo, cuando estamos en la playa, después de una caminata, o simplemente porque hace mucho calor y necesitamos bajar la temperatura, sentirnos aliviados y frescos. 
Muchos refrescos que damos a los niños, que parecen limonadas o naranjadas, contienen azúcar y edulcorantes como aspartamo, químicos que no nos favorecen, es más saludable fabricar, si podemos, nuestros propios refrescos y acostumbrarnos al sabor de lo natural.



María Luisa

Presente en los jardines, huertos y terrazas, la María Luisa es una planta arbustiva de origen sudamericano.
Tiene muchas aplicaciones, entre ellas regular la menstruación, dar bienestar digestivo, reducir los vértigos, mejorar el sistema respiratorio, y dar una sensación de relax y distensión mental. Es muy refrescante y mejora las digestiones.


Menta
La menta está indicada para diarrea, náuseas y cólicos, es muy tonificante y refrescante.
En el caso de la menta llamada “chocolate”, nos encontramos en realidad ante una menta piperita de carácter estéril, ya que es un híbrido, que se da de forma natural por mezcla de dos tipos de menta frecuentes en nuestro entorno. Se llama chocolate porque su sabor recuerda vagamente a esos típicos bombones ingleses con menta.
En todo caso en verano nos distiende, nos mineraliza, aporta vitaminas y hace que sea más fácil soportar el calor por ser muy refrescante, al mismo tiempo mejora la circulación sanguínea.

Hinojo

Típica mediterránea es una planta bulbosa que tiene propiedades emenagogas (ayuda a regular la menstruación), galactógenas (que estimulan la producción de leche materna), es protectora de mucosas y ayuda a eliminar las mucosidades. Como todas la hierbas, desde el punto de vista de la fitoterapia, tiene propiedades antioxidantes, aporta vitaminas, minerales, y tiene una función bactericida y antivírica. Endulza de manera natural.

Limón

Una fruta riquísima en vitamina C, que nos aporta energía y fuerza, la piel es muy aromática. Con el limón recargamos los depósitos de antioxidantes, mientras tengamos alta la vitamina C no malgastaremos otros tipos de antioxidantes en nuestro organismo, por eso es importante tener una buena ingesta de manera natural, a través de los cítricos gracias a los cuales además cuidaremos los riñones por los flavonoides que contiene.


miércoles, 28 de marzo de 2018

CURSO ZEN ABRIL 2018




SALUD MENTAL ANSIEDAD, DEPRESIÓN, NUTRICIÓN Y FITOTERAPIA


Durante los últimos años han surgido nuevas evidencias científicas acerca de la relación entre el estado nutricional y la salud mental de las personas.
La dieta occidental y el aumento de las cifras de obesidad se relacionan con procesos de inflamación crónica, que pueden contribuir al desarrollo de depresión y de otras enfermedades mentales graves.

Así los profesionales de la enfermería encargados del cuidado, prevención y educación del paciente pueden ofrecer consejos nutricionales basados en la evidencia científica. Los datos que a continuación se muestran están extraídos de revisiones bibliográficas en PubMed (publicaciones médicas).
Numerosos estudios relacionan el consumo de determinados alimentos como snacks salados, dulces, grasas trans, azúcares refinados, harinas refinadas y carnes procesadas entre otros, con un proceso inflamatorio crónico corporal.

A su vez existen estudios que relacionan la dieta de alta calidad, rica en fibras, vegetales, pescado y legumbres, con una disminución plasmática de los marcadores inflamatorios.

El proceso inflamatorio produce disfunciones en el endotelio se liberan sustancias al organismo como citoquinas (IL-1ß, TNF-a, IL-6), homocisteína,  o la proteína C reactiva que recientes estudios están comenzando a relacionar con el desarrollo y mantenimiento de síntomas depresivos. Hay estudios que demuestran que la remisión de la depresión se acompaña de una normalización de estos marcadores inflamatorios. Otras enfermedades mentales graves, como la esquizofrenia, el estrés postraumático o el trastorno bipolar están también relacionadas con la inflamación crónica.

El déficit de nutrientes, como los ácidos grasos esenciales, el hierro, el folato, la vitamina B12, el selenio o el calcio implican problemas de salud, entre los que se encuentran la depresión, la ansiedad, la demencia, la falta de concentración y la refractariedad al tratamiento farmacológico psiquiátrico. Por esto último, debería tenerse en cuenta el estado nutricional de las personas con desórdenes mentales, y en caso necesario se administrar suplementos.

Diversos estudios, han probado que el consumo de ácidos grasos poliinsaturados (presentes en el pescado, la comida marina y los aceites vegetales) tienen efectos antiinflamatorios que contribuyen a la prevención de aparición de trastornos afectivos (depresión y trastorno bipolar). Además, potencian la transmisión de dopamina y serotonina, que es disfuncional en los pacientes deprimidos, debido a que interfieren en las propiedades de las membranas celulares.

El ácido fólico y la vitamina B12 pueden modular el estado anímico ya que son necesarios en la síntesis del metabolismo de la serotonina y otros neurotransmisores. La deficiencia de ácido fólico produce fatiga, confusión, demencia, irritabilidad; la deficiencia de vitamina B12 pérdida de la memoria, disfunción mental y depresión.

Los antioxidantes como la vitamina C y E se han relacionado con la prevención de los trastornos del ánimo. La vitamina C o ácido ascórbico (de origen natural) es un potente antioxidante que es necesario para la prevención del estrés oxidativo, de hecho, ningún otro antioxidantes reduce su nivel hasta que el ácido ascórbico se encuentra muy disminuido. Pequeños estudios han demostrado que suplementos altos en vitamina C reducen la severidad de los desórdenes del ánimo, así como las puntuaciones de depresión en individuos saludables. La vitamina E (tocoferol) representa el mayor grupo de antioxidantes lipídicos solubles que protegen la membrana de la peroxidación.

El selenio actúa como regulador del ánimo e interviene en la función inmune. Se sabe que de forma específica, durante los momentos de deficiencia sistémica, el cerebro retiene selenio a expensas de otros tejidos corporales como el músculo, riñón y el hígado. El selenio también es importante para el funcionamiento de las hormonas tiriodeas. La deficiencia de selenio afecta a la función inmune. Como antioxidante el selenio el selenio es un componente esencial de la enzima antioxidante glutatione peroxidasa, la cual desecha el peróxido de hidrógeno, protegiendo los nervios de la lipoperoxidación y el daño tisular.

El déficit de hierro, produce síntomas como irritabilidad, apatía y falta de concentración, y se ha relacionado con la depresión. La deficiencia de hierro altera la mielinización así como el metabolismo de los neurotransmisores, en la función de los procesos oxidativos y celulares, así como el metabolismo de la hormona tiroidea. La disminución en la reserva de hierro en el cerebro puede disminuir la actividad de las enzimas dependientes de hierro que son necesarias para la síntesis, función, y degradación de dopamina, serotonina, y noradrenalina. Fatiga, irritabilidad, apatía y la incapacidad para concentrarse son síntomas frecuentes de deficiencia de hierro. La deficiencia de hierro sin anemia se asocia con altos puntajes de depresión entre mujeres jóvenes que toman anticonceptivos orales.

La deficiencia de zinc produce inmunosupresión, que es otra causa relacionada con el desarrollo y la prevalencia de síntomas depresivos hasta el punto que el tratamiento con inmunosupresores se ha relacionado con un aumento del riesgo de desarrollar depresión. La mayor parte del zinc se localiza dentro de las vesículas sinápticas de neuronas específicas, en donde se piensa que modula la transmisión sináptica y puede por sí mismo actuar como un neurotransmisor. El zinc también es necesario para la síntesis de ADN y la estabilización de la membrana celular. Es esencial para la estructura y función de proteínas sinápticas, estructuras y regulación. La deficiencia de zinc causa inmunosupresión.

En Japón se ha realizado recientemente un estudio que relaciona el bajo consumo de sal con malestar psicológico. Aunque el mecanismo por el que este fenómeno se produce no está claro, los autores lo relacionan con la disminución de formación de mineralocorticoides, sin los cuales hay más riesgo de depresión mediada por estrés.
Desde la comunidad científica se está poniendo en cuestión el alto consumo de azúcares, harinas refinadas y gluten que predomina en la dieta actual, ya que estos tres elementos potencian la inflamación crónica y se están relacionando fuertemente con problemas mentales, cáncer, infertilidad, y resistencia a la insulina entre otros.
Así mismo un estado nutricional deficiente puede hacer que la medicación psiquiátrica no sea eficiente, es decir, la medicación puede ser incapaz de actuar sobre un cerebro malnutrido. Varios estudios recientes han ilustrado esto último. De tal forma que se ha utilizado el àcido graso Ω-3-polinsaturado y ácido fòlico en suplementos administrados de forma independiente para tratar individuos con "resistencia al tratamiento antidepresivo".

Ácidos grasos, el ácido linolénico y el ácido alfa-linolénico son los padres de los ácidos grasos de las familias Ω-6 y Ω-3. Estos ácidos grasos se consideran esenciales porque no pueden ser producidos por el organismo, los encontramos tanto en productos de origen animal como vegetal, como el aceite de lino, el de oliva y los de otras semillas como el sésamo, en los frutos secos y en las grasas de los pescados, en los quesos especialmente los de leche cruda de animales más pequeños como la cabra o la oveja. Cabe decir que los aceites han de ser de primera prensión en frío si queremos que sean una medicina y un alimento al mismo tiempo. Las proporciones entre ácidos grasos son muy importantes y las variaciones han sido drásticas a medida que los cambios de la nutrición occidental y consumista de producto procesado y rápido se han afianzado, y han ido a la par del incremento de problemas mentales y tasas de suicidio según los estudios, de hecho la proporción Ω6:Ω3 ha variado sustancialmente siendo por ejemplo en la población de EEUU de 1:1 en 1890 y de 10:1 y hasta 25:1 en 1987.

En el caso de la ANSIEDAD una alimentación deficiente está relacionada directamente con los trastornos del sueño, del ánimo y de la aparición de la ansiedad.
Alimentos pobres en vitaminas, minerales, de alto valor calórico y rápido son hábitos que han incidido directamente con el aumento de los trastornos de ansiedad.
Cuando se percibe el entorno como amenazante se ponen en marcha recursos adaptativos, que a veces pueden ser ineficaces o inadecuados dando como resultado respuestas hiperreactivas cuando se entra en pánico. Estos episodios limitan a la persona, disminuyen su autoestima y su calidad de vida. Los estados de ansiedad afectan a la cognición (atención, concentración y memoria), afectan al físico (palpitaciones, ahogo subjetivo, insomnio, sudoración, temblor, hormigueo, inquietud, mareo, cefalea, nauseas, vómitos, opresión torácica, etc.), afectan al mental (irritabilidad, temor y frustración), y también afectan al estado de ánimo (tristeza y sensación de vacío).

Como hemos dicho antes los elementos como el hierro (Fe), ácido fólico, selenio (Se), calcio (Ca), ácidos grasos esenciales y la vitamina B12, son necesarios para una buen estado físico y mental, y también inciden en la cognición y en los trastornos de DISLEXIA (en especial los omega-3, que a su vez parece que tiene una incidencia en la mejora cognitiva en casos de Alzheimer, control de peso, del colesterol y la prevención del cáncer).  En un congreso Europeo se presentó un estudio en el que se confirmaba que un buen índice de ácidos grasos Ω-3 mejoraba la dislexia incluso en individuos adultos.

En los procesos ansiosos tal y como ocurre con la depresión el tratamiento farmacológico no podrá producir el efecto deseado si el paciente no está bien nutrido, a esto se le llama refractariedad al tratamiento.

El tratamiento de la ansiedad con benzodiacepinas crea dependencia, tolerancia y abstinencia, además de efectos colaterales como afectación de la memoria, la atención, el aprendizaje y la capacidad visual y espacial. Está indicado para tratar el insomnio por un tiempo no superior a 4 semanas, y para el tratamiento de la ansiedad por un tiempo no superior a 12 semanas, la deshabituación ha de ser siempre progresiva. Otras medicaciones que suelen prescribirse son los fármacos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, y los recaptadores de noradrenalina, la pregabalina, la gabapentina, y los antipsicóticos quetiapina y olanzapina. 


La mejor opción es contar con un profesional de la salud mental que valorará en que situación nos encontramos y nos ayudará a encontrar las mejores opciones para afrontar estos procesos de salud, aunque también hemos de tener en cuenta que somos cocreadores de nuestro estado de salud y todo lo que hagamos en coherencia y paralelamente con la voluntad de unos buenos hábitos de vida, de alimentación y de  información en terapias complementarias, basadas en la evidencia científica y con asesoramiento de también profesionales de la salud, revertirá en el éxito de una vida natural.

Dentro de la fitoterapia encontramos estudios que abordan la ansiedad, entre las plantas que serían beneficiosas por incidir en los procesos mentales y físicos encontramos:

La Pasiflora que incide sobre el insomnio, la hiperactividad, y los temblores.

La Valeriana y la Melisa que inciden en el clico del sueño.

La Manzanilla que es un ansiolítico menor y tiene actividad GABA érgica.

La Menta que incide en los trastornos gastrointestinales.

El Tilo, con grandes niveles de vitamina C, es un ansiolítico, sedante, antiespasmódico, antiinflamatorio, analgésico menor y diaforético.

La Lavanda, muchos estudios señalan a la lavanda como un gran relajante, ansiolítico y antidepresivo que mejora el estado de ánimo. Es útil en la modalidad de aceite esencial.

El Azafrán es útil en la depresión de leve a moderada, igual que el Hipérico.

Por último debemos añadir que el ejercicio físico también incide en la salud mental, siendo menos probable la toma de antidepresivos en personas que realizan ejercicio de manera habitual, ya que estimula producción de químicos favorables a la salud mental, incrementa las relaciones interpersonales, la autoestima y la autoconfianza.

Estos procesos se convierten en un estado de sufrimiento y esclavitud por acompañarse de la desesperanza de no poder controlarlos, además de que a medida que pasa el tiempo estos estados pueden hacerse más profundos e implican el riesgo de desconexión con el corazón y la pérdida del sentido de la vida. Se puede iniciar un proceso de desarraigo con  la naturaleza de la propia esencia, con la capacidad de sorprenderse,  de confiar y con la unión a la conciencia divina. Es por esto último que siempre hemos de acompañar nuestra vida de la auto observación e identificación de nuestros patrones mentales y de la búsqueda de informaciones que nos ayuden a recuperar esa chispa divina, que nos hace sentir la ilusión de saber que somos seres sostenidos por el amor universal.


Desde el ZEN queremos dar una oportunidad de esperanza, dando recursos de conocimiento y técnicas como la meditación y la respiración consciente, que nos acercan poco a poco a la atención plena, a la quietud  y a una mente discerniente al servicio del corazón.

  • Celorio G, Mota M.A. Salud Mental y nutrición: una revisión sistemática. Marzo, 2016.
  • Fernández M, Rodríguez I, López M.I. Suplementos nutricionales en el transtorno de ansiedad. Actas Esp.Psiquiatría, 2017.
  • López V, Nielsen, Solas B, Ramírez M, Jäger AK. Exploring Pharmacological Mechanisms of Lavender (Lavandula angustifolia) Essential Oil on Central Nervous System Targets. Frontiers in Pharmacology, 2017.
  • Matsumoto T, Asakura H, Hayashi T. Does lavender aromatherapy alleviate premenstrual emotional symptoms? a randomized crossover trial. Biopsychosocial Medicine, 2013.
  • Savage k, Firth J, Stough C, Sarris J. GABA –modulating phytomedicines for anxiety: A sistematic review of preclinical and clinical evidence.Phytoterapy research, 2018.
  • Rodríguez A, Solano, M. Nutrición y salud mental: revisión bibliográfica. Revista de postgrado de psiquiatría UNAH, 2008.
  • Valenzuela R, Bascuñán K, Valenzuela A, Chamorro R. Ácidos grasos omega-3, enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas: un nuevo enfoque preventivo y terapéutico. Revista Chilena de Nutrición, 2009.




domingo, 11 de febrero de 2018

CURSO ZEN MARZO 2018 inscripciones en gironazen@gmail.com


Aprender a CONFIAR en uno ´mismo a través del camino del corazón, acallando la mente, relajando el cuerpo, activando de manera natural la armonía de la química en el físico, y desde el silencio conectar con nuestra espiritualidad, y desde allí comenzar el camino. Nadie de fuera te explicará nada, podrás recuperar el conocimiento que siempre estuvo presente para tomar la dirección en tu vida.