Quienes somos


Conocer y practicar esta técnica amplia la conciencia, nos ayuda a tener un cuerpo saludable, calma la mente y la pone al servicio de un bien mayor, al mismo tiempo que la conecta con el corazón. Muchos son los estudios que respaldan las prácticas que se realizan en el zen: respiración, meditación y toque terapéutico a través de los canales energéticos. La práctica de la meditación desarrolla los centros cerebrales relacionados con la felicidad y nos conecta con nuestro yo, la respiración calma y controla el sistema nervioso y activa la red de centros y nadis, el toque nos ayuda a recuperar el equilibrio de mente, cuerpo y espíritu.

Una vez vivida nuestra propia experiencia, nos dimos cuenta que podíamos y que era necesario ayudar a los demás a aprender, los resultados de mejora de la salud en la familia nos animaron a realizar el curso de formadores.

El Zen ha formado parte y esencia de nuestras vidas. Hoy somos gracias al Zen, vamos superando prueba tras prueba de vida, superado lecciones con la serenidad, el entendimiento y discernimiento que da el Zen. Y en el camino hemos encontrado a verdaderos amigos, que a su vez se han convertido en nuestros maestros.