Embarazo y nutrición
JOANA & NATALIA |
A petición de algunas de las alumnas zen os aporto una referencia de las
necesidades nutricionales a tener en cuenta durante el embarazo.
La mujer, en este período de su vida, pone en marcha recursos maravillosos
para hacer posible una nueva vida. Durante estos nueve meses, uno de los
intereses de las embarazadas es aportar al futuro bebé, todos los nutrientes
necesarios para el correcto desarrollo y hacerlo de la manera más natural y
saludable posible.
Los nutrientes principales de los cuales no debemos sufrir carencias
durante el embarazo son el hierro, el cinc, el calcio, el ácido fólico, las
vitaminas del grupo B, la vitamina A, la vitamina E, los omega 3, las proteínas
y grasas de buena calidad, la fibra proveniente tanto de la fruta, así como
de los cereales integrales y las verduras. Una dieta balanceada en estos
nutrientes y alimentos, junto con una actividad física adaptada a los cambios y
un control del peso adecuado, nos darán equilibrio, salud y bienestar. El
ginecólogo nos guiará y nos indicará qué nutrientes hay que suplementar en caso
necesario. Como siempre hay que evitar todo aquello que no sea saludable y que
tantas veces hemos repetido, como son los azúcares refinados, las grasas
saturadas y las grasas trans, las harinas blancas, y los hábitos tóxicos como
el alcohol y el tabaco. También hay que tener en cuenta que los alimentos
crudos de origen animal podrían contener algún microorganismo patógeno, por
ello se recomienda, por ejemplo, congelar los embutidos o el salmón ahumado antes
de comerlos.
Existen estudios que indican que la suplementación multivitamínica
periconceptiva ha reducido el riesgo de defectos de nacimiento graves, parto
prematuro y bajo peso al nacer en un 50% y que han aportado una mejor salud materna durante el
embarazo. Los micronutrientes de más importancia para la prevención de los
resultados adversos del embarazo son el ácido fólico, el cinc y el hierro. Sin
embargo, si el parto prematuro es causado por preeclampsia, entonces los datos
sugieren que la suplementación de calcio y altas dosis de vitaminas C y E
reducen significativamente ese riesgo. Pero también hay que decir que la
suplementación no está exenta de riesgos durante el embarazo, por ello es
importante que sea tu médico quien te indique si necesitas suplementar, qué
necesitas suplementar, durante cuánto tiempo y las cantidades.
De manera natural las fuentes de las principales necesidades nutricionales
las podemos encontrar de manera natural con una alimentación variada, en las grasas nobles, en los aceites en crudo y de primera prensión en frío de semillas, en proteínas de alto valor biológico, en frutas y verduras frescas, en los frutos secos, los cereales enteros, en el agua de calidad necesaria para la hidratación, y transporte de información, en la sal marina completa en oligoelementos, en las hortalizas de todos los colores, especialmente los carotenoides, en las especias y hierbas culinarias tradicionales y en los fermentados probióticos.
Aquí tenéis ejemplos de fuentes de nutrientes :
El Hierro
Hay que tener en cuenta que la vitamina C aumenta la absorción del hierro.
Se puede evitar beber té o café durante las comidas, o inmediatamente
después de ellas, puesto que inhiben la absorción del hierro.
Lo encontrarás en todo alimento de origen animal, en el marisco, el
perejil, las espinacas, las zanahorias, la remolacha y todos los vegetales con
carotenoides, la mantequilla, el aceite de soja, la fruta seca como por ejemplo
higos, ciruelas, y albaricoques, los frutos secos (sobre todo las almendras),
la levadura de cerveza, el cacao, pan integral, los geminados, el brécol, las
verduras de hoja verde, y las algas.
El Calcio
La placenta produce vitamina D que favorece el transporte transplacentario
del calcio. La mejor fuente de vitamina D que ayuda a la fijación del calcio es
la luz solar.
La encontraremos en el aceite de girasol, el aceite de maíz, el germen de
trigo, las avellanas, las almendras, el coco, el germen de maíz, el aceite de
soja, la soja germinada, el aceite de oliva, la margarina vegana, los cacahuetes
y las nueces. Algunos alimentos son fortificados con vitaminas de tipo D de
manera artificial para proteger a la población de las carencias, por ejemplo
los cereales refinados.
Ácido fólico y las vitaminas del tipo B
El ácido fólico junto con las vitaminas del tipo B son imprescindibles para
evitar anemias, y malformaciones, así como para mantener un sistema nervioso perfecto.
La población en general puede estar falta de estos dos complejos, sobre todo
las personas mayores que ya no absorben bien la vitamina B12 por atrofia de la
pared intestinal y falta de enzimas. Muchos países enriquecen las harinas del
pan con folatos, y los cereales de los niños con vitaminas de este tipo. Una
alimentación variada en grano integral, con fruta y verdura fresca de cultivos
orgánicos cubre perfectamente estas necesidades, el problema lo tenemos cuando
los alimentos no son reales y se han de reforzar suplementándolos por decisiones
gubernamentales. El ácido fólico es un antioxidante importante y los cultivos
no orgánicos tienen una tasa de antioxidantes baja, ya que estos vegetales
están expuestos a tierras desgastadas y enriquecidas artificialmente y consumen
ellas mismas los antioxidantes que producen para protegerse.
Vitaminas del tipo B
Las encontramos en la levadura de cerveza, huevos enteros, cacahuetes,
otros frutos secos, carnes, garbanzos, lentejas, avellanas y nueces, ajos,
germen de trigo, almendras, coco, quesos grasos, champiñones, mijo, quesos
curados y semicurados, salvado, huevos y lentejas, sardinas, nueces, lentejas,
garbanzos, carne de pollo, atún y bonito frescos o congelados, avellanas,
plátanos, verdura de hoja oscura, tubérculos, cereales integrales y germinados,
ostras, salmón, leche entera y dátiles. Alimentos fermentados (tamari, miso y tempeh)
y algas marinas (hijiki, wakame, espirulina), también poseen vitamina de tipo
B. Hay una salvedad para la vitamina B12, ésta la encontramos únicamente en el mundo animal, la forma asimilable y eficiente de B12 es de origen animal, y es estrictamente necesaria la suplementación artificial en caso de que seamos vegetarianos estrictos o veganos. Hay casos de niños ingresados en urgencias y unidades de cuidados intensivos por llevar una nutrición vegana sin supervisión i/o por falta de información, por ello, es importante evitar este grave problema anémico y que afecta al sistema nervioso gravemente, a través de una simple suplementación de B12 apta para veganos.
JOSEP & NATALIA |
El metabolismo de estos minerales está muy relacionado con el metabolismo
de la hormona paratiroidea y la vitamina D. Los niveles de calcio descienden
ligeramente hasta la semana 34 de gestación, cuando sobre todo disminuye el
calcio que va unido a la albúmina. Los niveles de calcio iónico son mantenidos
durante toda la gestación en los niveles necesarios, gracias al equilibrio que
establecen la PTH (paratohormona) y la vitamina D. Ambos actúan conjuntamente
para aumentar la absorción intestinal, la reabsorción ósea y los niveles
totales de calcio circulante. Con todo esto se consigue cuidar los depósitos de
la madre y aumentar la disponibilidad para el feto, que durante la última etapa
del embarazo consume del orden 200-300 mg/día.
Fuentes de calcio son los productos
lácteos, el salmón (que si es ahumado hay que congelarlo antes), sardinas,
grano de soja, levadura de cerveza, semilla de sésamo, almendras, germinados,
algas, col rizada y berza.
Cinc
A medida que progresa el embarazo disminuyen los niveles de cinc, debido a
que está relacionado con la albúmina plasmática y ésta también se diluye al avanzar
el embarazo.
Lo encontramos en las ostras, los mariscos, los frutos secos,
las zanahorias, el maíz, el tomate, los plátanos, la levadura de cerveza, la
semilla de sésamo, las almendras, los germinados, las algas, la col rizada y
berza.
Las algas
Son una valiosa fuente de proteínas, minerales y oligoelementos, aunque por
su alto contenido en sodio se deben evitar cuando se tiene la presión alta.
Los antojos
Los antojos no son deseos vanos de la mujer, por experiencia propia puedo
decir que las ganas irrefrenables de tomar ciertos alimentos durante el
embarazo responden a necesidades nutricionales, si por ejemplo te apetece
marisco, estarás incrementando mucho el aporte de hierro y minerales, así como de
proteína. El peligro está si te apetecen cosas azucaradas, entonces seguramente
tu cuerpo se confunde, ya que el azúcar y la vitamina C son parecidas molecularmente
y necesitan de mismos enzimas para la absorción. Genéticamente el organismo
sabe que la vitamina C está en las frutas, las cuales son dulces, por eso nos
apetece lo dulce, con un poco de conciencia prioriza la fruta cuando tengas
antojo de dulce.
Recordar también que cuando el embarazo está avanzado es mejor recostarse
sobre el lado izquierdo y evitar estirarse sobre la espalda i/o el lado
derecho, ya que se comprime la vena cava que lleva sangre al corazón, y produce
un bajo flujo que puede hacer que nos mareemos o desmayemos.
Para las alumnas zen ya sabéis que tenéis la oportunidad de realizar el toque terapéutico zen para la embarazada, y que complementáis con 2+3+7 cada día. En la meditación de mente en blanco se busca la postura más cómoda y se relaja la mente, para conectar con uno mismo y seguramente hay sorpresas de conexión e información dimensional sobre vuestro bebé. La respiración Zen durante el día nos aporta bienestar, protección, oxigenación, y un plus de energía!!!